Crónica de la revista Vida Marroquí
Revista semanal ilustrada
Melilla 14 de abril de 1914
Nº 411
LA VÍSPERA. Fue en las primeras horas de la tarde del día 14, cuando empezaron a
recibirse en Melilla noticias referentes al nuevo estado de cosas, como natural
consecuencia de la expresión hecha por el pueblo en las urnas. La confirmación
de los hechos, la tuvo, ya avanzada la tarde, el Comité de la Conjunción
Republicana Socialista; tuvo también noticias de que el cambio se había operado
sin violencias, sin sangre, y ante estas halagadoras afirmaciones, el júbilo de
los elementos que acaudillaba la Conjunción, no podía ya dejar de
exteriorizarse públicamente. No obstante, respetuosos los individuos del Comité
con las autoridades constituidas, visitaron a éstas, recabando autorización
para la manifestación pública que se deseaba realizar, respondiendo ellos
mismos del orden, y hay que consignar en honor de todos y de la propia Melilla, que dicho acto se realizó con el mayor entusiasmo, sí, pero también sin la
menor molestia para nadie. Iban al frente de la manifestación los elementos directivos
de la Conjunción Republicana Socialista, seguidos de inmensa muchedumbre, de
personas de todas las clases sociales, llevando banderas republicanas y
socialistas, y demostrando ostensiblemente su regocijo con clamorosos vivas a
la República. Así recorrieron las principales vías de la ciudad hasta llegar al
edificio de la Junta Municipal, donde se hallaba la Corporación con su
presidente señor Lobera. Una vez que hubo penetrado una comisión de los
manifestantes, hizo presente a los reunidos cuales eran los motivos que les
impulsaban, y la necesidad y conveniencia de aceptar la voluntad popular, que
fue aceptada sin oposición manifiesta y congratulándose de que la transición de
uno a otro régimen se hubiera llevado a efecto en toda España, a juzgar por las
noticias recibidas, sin que la sangre española empañara tan solemne transición.
Desde uno de los balcones de la Junta Municipal hablaron a los manifestantes
los señores Lobera y Diez, y la bandera tricolor ondeó en el asta de la casa representativa
del pueblo entre los más clamorosos aplausos, disolviéndose a poco la
manifestación sin que ocurriera el menor incidente.
Grande era el entusiasmo en
unos, la curiosidad en otros, y la nerviosidad en todos, al irse conociendo noticias
que ampliaban confirmando las primeras, dominando sobre todo en el ánimo de los
melillenses la satisfacción, porque un hecho tan extraordinario para la vida de
la nación española se hubiera llevado a efecto sin poner frente a frente a los
hijos de la madre común, España.
MIÉRCOLES 15.—Trasmisión de poderes. Confirmada
oficialmente las satisfactorias noticias del día anterior, la ciudad se consagró
por entero a la celebración de la nueva fiesta nacional.
En todos los centros oficiales y
muchos particulares ondeaba la bandera tricolor de la República española; las
calles estaban repletas de público que ostentaban en las solapas banderitas tricolor
y rojas; numerosos manifestantes recorrían la población portadores de banderas
dando vivas a la República; las sirenas de los barcos surtos en el puerto,
dejaban oír sus atronadores silbaros; varios aeroplanos cruzaban el espacio
sobre la ciudad, y la población melillense en masa, pues toda la actividad de
la ciudad estaba concentrada en sus calles, se sumaba a la manifestación que
había de asistir a la proclamación oficial de la República.
La trasmisión de poderes se
hizo a las once y media de la mañana, haciendo entrega el señor Lobera del
bastón de mando, símbolo de la autoridad municipal, a la persona designada por
el Comité para recibirlo, que lo era don Juan Mendizábal Echevarría, concejal
proclamado el domingo anterior por el artículo 29, que con los igualmente
proclamados por dicho artículo, don José García Viñas, don Arquímedes Comes
Caries, don Pedro Oríes Velasco y don Juan Palacios Marios, formaban por el
momento el nuevo Ayuntamiento de Melilla. Seguidamente se ordenó colocar en las
esquinas el siguiente bando: «Ciudadanos:
El Comité de la Conjunción Republicano Socialista, en representación del
Gobierno provisional, al pueblo de Melilla. Hago saber: Que proclamada la
República española por la suprema voluntad del país, rogamos muy encarecidamente
a este noble vecindario, modelo de civismo y de cordura, conserve su
acostumbrada serenidad, entereza, orden, y disciplina en estos momentos de
trascendental interés para la Patria, haciéndonos así dignos del galardón
logrado, teniendo muy en cuenta que la proclamación y reconocimiento de la
Soberanía Nacional, con ser mucho resultaría muy poco si no supiéramos
consolidarla y hacernos merecedores de ella y de la sangre vertida por los
mártires del ideal que generosamente dieron su vida por él. Ciudadanos:
Procuremos que en todos nuestros actos resplandezca la mayor honradez y
justicia, sin perjuicio de la energía y entereza precisos para defender la
causa republicana si se intentara perturbarla. Melilla 15 de Abril de 1931»
LA PROCLAMACIÓN. Momentos después llegó al edificio de la Junta el general jefe de la
Circunscripción don Sebastián Pozas y seguidamente una compañía del Regimiento
de África con banda y música. Desde uno de los balcones habló al pueblo el
general Pozas, terminando su brillante alocución con vivas a España, a la
República y al Ejército, que fueron contestados con entusiasmo.
Hablaron después don Ramiro
Ramos, don Antonio Cabrero y don Emilio Hermida, que fueron calurosamente aplaudidos,
y dadas las doce, la banda de música interpretó el Himno de Riego, se izó la
bandera republicana en el Ayuntamiento, sonaron las sirenas de los barcos, la
compañía del Regimiento de Africa presentó armas y el capitán que la mandaba, señor
Sáinz Gutiérrez, leyó el bando en que oficialmente quedó proclamada la
República entre atronadores y repetidos aplausos del público allí congregado.
La manifestación, presidida por
las autoridades civiles y militares, se trasladó al edificio de la Jefatura de
la Circunscripción, desde cuyos balcones habló a la multitud el general Pozas,
el capitán señor López de Letona, el suboficial señor García Morato (venido en
hidro de Chafarinas con el sargento don José Cerezuela, en representación de
los presos de Jaca) y el señor Echeguren, que fueron muy aplaudidos, izándose
la bandera tricolor en el edificio en medio de atronadores aplausos.
Los presos de Jaca. La firma
del decreto de amnistía, produjo en Melilla momentos de verdadera emoción, de
que participó toda la población melillense.
La llegada del «Jorge Juan» con
los 41 sargentos y suboficiales que en Chafarinas cumplían condena, fue un
acontecimiento extraordinario que se sobrepuso a lo extraordinario de los
sucesos locales. Autoridades y pueblo se disputaron el agasajo de los
expedicionarios, y tanto la llegada en la noche del 15, como la salida para
Málaga en la tarde del 16, puso de manifiesto que Melilla es siempre digna representación
en Marruecos de la amada España.
Vida municipal. A las cuatro de
la tarde se le hizo entrega al nuevo alcalde, señor Mendizábal, de la Caja
municipal, previo vio arqueo, que arrojó entre cuentas corrientes en los Bancos,
metálico, depósitos y libramientos a justificar, la cantidad de un millón
trescientas cincuenta y cuatro mil ciento veinticinco pesetas ochenta y ocho céntimos.
El Comité
Republicano-Socialista y el nuevo alcalde, trabajaron en estos días
incesantemente para la organización local del nuevo régimen, con la vista fija
en la paz y prosperidad de Melilla. Fue unánime el sentir de la ciudad, que
consideró un acierto la designación hecha por el Comité para alcalde de la Ciudad,
a favor de don Juan Mendizábal Echevarría.
EL NUEVO DELEGADO. El Comité designó Delegado Gubernativo y del Consejo
del Trabajo a don Gaspar García Dómine, de quien se esperaba una provechosa
labor a favor de la tranquilidad y vida próspera de Melilla.
En virtud de orden superior, el
día 16 se posesionó el señor García Dómine de los expresados cargos y de las presidencias
de Ia Junta de Sanidad y del Patronato del Liceo Victoria Eugenia, haciéndole entrega
el Comandante Militar coronel don Luis Solans, con asistencia del Comité
Republicano-Socialista, representaciones de ambas entidades y funcionarios de
la Delegación y Policía Gubernativa.
EL EX PLENO DE LA FINADA JUNTA MUNICIPAL. Las personas que hasta hacía
unos días formaron el Pleno de la disuelta Junta Municipal, visitaron al alcalde
y comité republicano-socialista, felicitando al primero por su designación, y
deseando los mayores triunfos en su gestión al frente de la ciudad. También
solicitaron que si se derogara el Estatuto Municipal, no obstante, se hiciera
por el nuevo Ayuntamiento una escrupulosa revisión de las cuentas y gestión de
la disuelta Junta Municipal, contestando el alcalde que no lo creía necesario
según había podido observar en el acto de la entrega, pero que si ese era su
deseo, así se haría.
Enhorabuena por vuestro "nacimiento" en una fecha tan signifícativa (14 de Abril) presagio de que este blog se ha de convertir en un espacio de libertad. La recuperación de la memoria, el sacar del olvido las magníficas páginas de la historia, escrita por los obreros y socialistas melillenses, es una labor encomiable. ¡Abramos las ventanas! que entre la luz... Melilla tiene una deuda pendiente con esos hombres y mujeres que soñaron un mundo mejor. ¡Va por ellos!
ResponderEliminarBienvenidos a este mundo de los blogs. Cuanto más seamos mejor.
ResponderEliminarEnhorabuena por el blog. Hoy ha salido publicado en Melilla hoy, un reportaje sobre la figura de Alfredo Alcoba, inspector de la guardia urbana de Melilla y fusilado en la guerra civil. Podríais ponerlo por aquí.
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