TRANSCRIPCIÓN CORREGIDA DE LA CRÓNICA
PUBLICADA POR EL POPULAR DE MELILLA EN ABRIL DE 1931
NUESTRO SALUDO A LA REPÚBLICA
Republicanos convencidos de toda la vida; defensores de
este sistema de Gobierno, único admisible en todos los tiempo, pero más en la época en que vivimos donde el hombre no puede ser materia de la voluntad de
gobernantes despóticos hemos de sentir la más intensa alegría que anhelamos, al
ver que España llega a poseer el pleno dominio de sus derechos y de su voluntad
terminando con los procedimientos de oprobio. EL POPULAR DE MELILLA siempre defensor de la causa izquierdista, abre su pecho a la nueva
España y grita con todas las fuerzas que tuvo maltrechas hasta ayer:
¡VIVA LA REPÚBLICA ESPAÑOLA!
AYER, PARA SATISFACER COMO
CORRESPONDIA A LA EXPECTACION DEL VECINDARIO, TUVIMOS PREPARADO UN NUMERO
EXTRAORDINARIO QUE NO PUDIMOS DAR A LA PUBLICIDAD POR HABER TENIDO NOTICIAS QUE
SE ESTABLECIA, YA FUERA PROVISIONALMENTE LA CENSURA (ULTIMA PUÑALADA DE LA
DICTADURA) HASTA QUE SE TUVIERA CONFIRMACION OFICIAL DE HABER SIDO IMPLANTADA
LA REPUBLICA HOY PUBLICAMOS TODO LO RELACIONADO CON NUESTRA, INFORMACION QUE
TUVIMOS QUE SACRIFICAR Y QUE ENTRE OTRAS COSAS DECIA:
Estamos en pleno camino de una nueva
España,de esa España grande y sublime que a través de toda su historia supo
distinguirse en los momentos de mayores heroísmo, fueran estos de alegría o de
sufrimiento. De esa España, admirable, que supera a toda su posición,
contestando con un mentís a los que no conociendo este pueblo generoso, por no
haberle vivido ni pulsado nunca, nos presentan ante el mundo como algo
despreciable, o cuando menos a un nivel cultural absolutamente distinto al que
en realidad existe en la nación.
No ha regateado el pueblo nunca en
ningún momento, en ninguna fecha, su apoyo decidido, hasta llegar al máximun
del sacrificio. Siempre dio la cara, sin que el gesto denotase el menor temor
ni la más ligera intranquilidad.
Cuando triunfó, su misma convicción al hizo prescindir de fastuosos aparatos representativos de excesos que rebajan y que rozan la misma dignidad de los pueblos de los hombres.
Cuando fracasó supo reconocer su fracaso, conformándose con él, y pasar horas, días y años en espera de la justa reparación que forzosamente tiene siempre España para sus males y para sus desdichas que no han sido pocas las que ha sufrido desde hace muchos años hasta el día de hoy.
Cúmplenos a nosotros, estos modestos
obreros que a diario levantamos las letras en la imprenta para el cultivo de
las inteligencias, como el labrador abre los surcos para el cultivo de las
tierras, expresar nuestra intima satisfacción, por encontrarnos en el momento
de emprender la obra tan deseada de la nueva España, que permanecía oculta,
adormecida, silenciosa, sin pretender buscar para sus males, el sacrificio de
sus hermanos, cúmplenos, decimos, a estos modestos confeccionadores de EL POPULAR DE MELILLA,
sacudirnos todo el enjambre de amarguras que nos ha picoteado constantemente,
hasta vernos en algunos instantes apartados del núcleo general, en el
modestísimo rincón, don de hemos mantenido viva, la lucecita de las izquierdas
que nos servia de aliento para el mañana.
Las noticias de la
tarde producen en Melilla extraordinario entusiasmo
Muy vencida la tarde, cuando nuestra edición se hallaba en maquina
llegaron hasta nosotros los últimos telegramas de nuestro corresponsal en
Madrid dándonos cuenta de la entrevista, celebrada entre los señores Romanones,
Alcalá Zamora y Marañón, en cuya entrevista, todavía ostentaba su cargo de
Ministro de Estado Romanones, afirmaba que España se había manifestado
francamente republicana y que era inútil toda resistencia.
También el Partido Republicano de
Melilla, organizado recientemente, con un entusiasmo que pronto conquistó la
filiación de la mayoría de los melillense, recibió otro telegrama en el que le
anunciaban desde Madrid que la República era un hecho y habían empezado a
flamear en los edificios más significados las banderas que como heraldos simbólicos
saludaban a la nueva España entre aclamaciones enormes.
LA ENTREVISTA CON LAS AUTORIDADES
Rápidamente corrió la noticia, y más rápidamente los partidarios de la
República se lanzaron por las calles propagando sus entusiasmos, de los que
participaba el vecindario sin reservas porque la única preocupación que
existía en el ánimo de todos no era sino que no hubiera que lamentar victimas
si la transmisión de régimen hubiera tenido que producirse por medio de la
violencia y de la sangre.
Las noticias recibidas acusaban el cambio, consecuencia de la expresión sincera del país ante las urnas y no
por que lo reclamaran temperamentos que no hubieran sido conscientes del
ejercicio de sus derechos, Mucho contribuyó esto a tranquilizar los ánimos y, separando esa inquietud que ya era descontada, la alegría se exteriorizó, sin
reservas.
Los elementos directores del
republicanismo en Melilla tratando de dar la sensación de orden y de respeto
acudieron a las autoridades constituidas, y sus primeros pasos fueron para
visitar al Delegado Gubernativo que ejerce en Melilla las atribuciones de
Gobernador Civil.
Uno de los visitantes, hizo haber al
Delegado Gubernativo que de España se había dado cuenta de que la implantación
de la República era un hecho y que deseosas las masas de poner de manifiesto su
entusiasmo querían recorrer la ciudad en manifestación, de cuyo orden
respondían los directores.
Como aun no haba llegado la noticia
oficial se hicieron las gestiones necesarias para tenerla lo más rápidamente posible,
y la comisión visitó también el general Jefe de la Circunscripción para
manifestarle las mismo deseos.
Ante el Centro Republicano
Inútil es decir que el número de
personas que habían acudido al domicilio del Partido Republicano era enorme y
que el paso por la calle Castelar donde está el centro estaba interrumpido.
Cuando mayor era el entusiasmo, apareció en el balcón una bandera republicana.
El público descubierto aplaudió frenéticamente y ovacionó a la bandera resultando un momento emociónate.
Uno de los miembro del partido, el
señor Luis Bonell (Presidente de las
Juventudes Socialistas de Melilla), desde el balcón pronunció discurso
vibrante, intenso, claro y concreto, pletórico de esperanzas para el mañana,
consiguiendo desarrollar ideas, con singular acierto que fueron aplaudidas por
todos cuantos se hallaban en aquellos alrededores.
Desde
aquel momento en adelante, no cesaban de llegar por todas partes grupos y
grupos que se felicitaban los unos a los otro por las noticias recibidas, que
todavía ponían en duda, pero que al ver la bandera daban por con firmadas de
una manera terminante.
Al poco rato llegó el presidente de
los socialistas (Antonio Díez) con
otra bandera que recibió los mismos saludos que la anterior.
La manifestación en marcha
Pasado algún rato, se puso en marcha la manifestación integrada por personas de todas las clases sociales y edades, sin distinción. Iban las banderas que los distintos núcleos habían llevado, y una muchedumbre, pocas veces vista en Melilla se apiñaba para seguir a los organizadores.
Pronto desaparecieron de las calles, los automóviles de alquiler. Los comercios cerraron sus puertas y tanto los dueños y sirvientes de aquellos como de estos, lo hicieron con el propósito de unirse a la manifestación que emprendió la marcha por la calle Alfonso XIII, sin cesar de dar vivas a la República y España.Todos cuantos se hallaban al paso iban uniéndose, hasta engrosar la manifestación con sorprendente numero.
Es muy de tener en cuenta, y así hay que anotarlo que los manifestantes al exteriorizar su entusiasmo, no han producido la menor molestia ni han seguido otra conducta que la del respeto y consideración general para todo.Esto es algo que dice mucho del vecindario de Melilla, uno de los más nobles y sufridos de todos los pueblos españoles.
La manifestación recorrió distintas
calles, por diversos barrios, siendo la nota característica la repetición de
vivas y felicitaciones que todos se daban, incluso sin conocerse. Aquella muchedumbre que jamás había
experimentado un momento de tanta emoción, por que aquí, especialmente se ha
vivido una vida distinta a la de otros pueblos, se manifestaba más franca, más
noble, más abierta, que acaso ha ya ocurrido en otros pueblos de la península.
Y es que Melilla, por su especialísimo condición, ha tenido que vivir mas en
contacto con la tragedia que los que desde fuera solo sabían de ella lo que
casa uno le contara.
Los manifestantes en la Junta Municipal.- También se iza
en este edificio la Bandera Republicana.
Los manifestantes se dirigieron el
edificio de la Junta Municipal, donde se hallaba la Corporación esperando y al
frente de ella el presidente señor Lobera.
La comisión penetró en el salón donde estaba los miembros de la Corporación, y llevaban en sitio
preferente el retrato del infortunado capitán don Fermín Galán.
Empezaron los discursos en los que
intervinieron los más significados, pero era absolutamente imposible recoger lo
que han dicho todos.
Habló el señor Lobera diciendo: “Ciudadanos
el Comité que os representa me ha rogado (una voz: “Que se vaya)…
Hace uso de la palabra el señor
Antonio Diez Martín, Presidente de los socialistas diciendo: "Ciudadanos, si
queréis que nos respeten tenemos que empezar por respetar. Entre españoles, no
puede haber enemigos (aplausos). Os ruego escuchéis a don Cándido Lobera las
palabras que va a decir que serán las de un hombre, las de un español que si su
ideología… (alboroto)… que si su ideología puede pareceros que no es la que
vosotros ostentáis, no es sospechoso de traición a la Patria, y nosotros el
Comité revolucionario lo garantizamos (escándalo)".
Vuelve a hacer uso de la palabra el
señor Lobera y dice: "Ya que Melilla está en una situación especial tenemos que
procurar que se mire en nosotros y en su consecuencia una voz “Con el ejemplo”,
eso que tenéis que dar ejemplo, solo os pido que esos que son también amigos
que conviven con nosotros, no puedan nunca levantar armas sino decir: imitemos
el ejemplo que en estos momentos nos dan los republicanos – socialistas". Y sigue diciendo: "¿Hay alguien que
pueda atacar de deshonor en Melilla, al que vino hecho un chico y tiene sesenta
años, y al servicio de Melilla ha puesto todo, absolutamente todo, dentro de su
ideología que será distintas de la vuestra pero que ha prescindido en todo
momento del partidismo, que ha sido apolítico, para pensar (escándalo)… Melilla ante todo (El
escándalo no permite recoger las frases del orador)".
Vuelve a hablar el señor Diez,
diciendo que "es necesario que tengáis un poco de respeto a las opiniones. La
libertad compañeros, estaba aprisionada y es necesario que dejéis expresar
todas las opiniones porque vosotros habéis estado sacrificados cuando antes no
os dejaban expresar las vueltas con la libertad que queríais".
El señor Lobera: Las palabras del
comité revolucionario – socialista han sido que como representante del pueblo
hasta que sea sustituido y como español acto la voluntad nacional, me he
felicitado de que el tránsito se haya hecho con el mayor orden y espero siga
manteniéndose por que para que los anhelos de un pueblo se robustezcan lo
primero y principal es el respeto a todos, es el orden.
Ante de pronunciarse estos discursos
ya se habían pronunciado algunas palabras desde el balcón, y se había izado la
bandera republicana en uno de los balcones del edificio, aplaudiéndose con gran
entusiasmo.
Lo que dice un micrófono
Mientras la manifestación iba en
marcha, uno de nuestros compañeros tuvo ocasión de escuchar lo que dijo uno de
los magníficos micrófonos de la Casa Parres.
El alto dejó oír lo siguiente:
“Ciudadanos de la República Española. Nuestra querida y hermosa Patria necesita
hombre de lucha; hombres inmaculados que prosigan la labor de estros
antepasados, algo que coloco a nuestras nación, a la altura que corresponde en
la Historia".
Después dio un ¡Viva la República! y a continuación entonó la Marsellesa escuchada con gran silencio por todos cuantos se hallaban en aquellos alrededores.
Preguntando la confirmación
Por todos los centros oficiales se hacia la misma pregunta. La pregunta
consistía en que la noticia oficial no había llegado, si bien todos los
despachos telegráficos, confirmaban que la proclamación de la República había
sido ya un hecho en diversos sitios de España, entre los que figuraban Madrid,
Barcelona, Málaga, y otras.
No obstante, solo faltaba conocer la
hora en que había de realizarse al transmisión de "poderes", puesto que las
noticias eran coincidentes y algunas de ellas tan autorizadas como las que
mandaron los pro-hombres republicanos de Madrid, a sus representantes en
Melilla.
Poco después llegaron noticias mas
concretas diciendo que la conversación mantenida entre Romanones, Alcalá,
Zamora y Marañón haba sido tan concreta que solo esperaba que fuese señalada la
hora para realizarlo.
Otro telegrama de nuestro corresponsal
Ya en las últimas horas de la tarde nuestro corresponsal en Madrid, don
Luís Díaz Carreño, nos remite un telegrama en el que dice lo siguiente: Madrid
– El señor Alcalá Zamora ha manifestado que antes que se haga de noche se habrá
efectuado la transmisión de "poderes", haciéndose entrega de ellos a la
República que está pro.
Cancionero popular ¡¡La República!!
¡Los
siglos de tiranía de soberbia monarquía tuvieron liquidación!
¡Y con
acento vibrante del que se siente triunfante lo ha pedido la nación!
¡El
pueblo español entero en el momento certero sus derechos reclamó!
¡Y fue a
las urnas valiente y pleno de fe y consciente la República aclamó!
¡Que el pueblo fue atropellado
y el que hablaba fue encerrado y tratado de rufián!
¡¡Ellos
fueron los rufianes matando a dos capitanes!!
¡¡Héroes,
Hernández…Galán!!
¡Y fueron sacrificados y sus
cuerpos inmolados por los que hicieron traición, y no tenían otra ley que
terminar con la grey de esta sufrida nación!
¡La República española que ha
precipitado Mola, el pequeño dictador, ha dado al país la calma, le ha dado
alimento al alma y le ha devuelto su honor!
¡¡Y ahora como un pueblo
culto, sin ofensas, sin tumulto, trabajemos con gran fe!!
Estopiñán
JUAN JOSÉ MENDIZÁBAL
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